Me encanta cuando viejos y nuevos se conocen y esta habitación es el ejemplo perfecto de esto. El viejo espejo ancho es la pieza central de este dormitorio y funciona también como una cabecera (no funcionalmente, simplemente visualmente). Al agregar piezas mínimas como el estante de mármol y las dos lámparas de pared, este aspecto se vuelve instantáneamente más interesante.
vía Stadshem

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